Dentro de la educación, para que el aprendizaje funcione de manera positiva los padres, docentes y alumnos deben saber y conocer cómo funciona el cerebro humano para así estimularlo y desarrollar efectivamente as habilidades de cada persona.
En la actualidad ha tomado auge la neuroeducación dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, permitiendo identificar como se enseña basándose en las funciones cerebrales, tomando en cuenta las emociones y la memoria de los estudiantes, así como la enseñanza por pate de los docentes.
En la actualidad se habla sobre la neuroeducación, principalmente en personas de edad escolar, sugiriendo el uso de herramientas que permitan desarrollar un pensamiento crítico, preparando al que enseña y facilitando el proceso del que aprende, centrándose no solo en los contenidos escolares, sino también en las emociones, la atención y la memoria al abordar distintos temas, reconociendo que cada individuo aprende de manera diferente de acuerdo a sus procesos cerebrales. Dentro de mi función docente he notado que se han roto esquemas o metodologías sobre la enseñanza y el aprendizaje, anteriormente era muy tradicionalista y no se tomaban en cuenta las diferencias que los alumnos o incluso los mismos docentes pudieran presentar al momento de aprender o de abordar un tema, ahora que poco a poco se voy conociendo la neuroeducación y todo lo que ella implica he logrado entender que no todos aprendemos de la misma manera, por ejemplo, si a mí no me interesa o no me llama la atención algo, es muy difícil que yo entienda o este atenta a lo que están mostrando; así pasa con todos, hay maestros a los que se les sugiere como desarrollar sus clases para que los alumnos aprendan, pero si no hay motivación no lo hacen y lo mismo pasa con los alumnos, para que en realidad haya un verdadero aprendizaje debe de haber un interés y un significado sobre lo que se va a aprender; yo he identificado las funciones ejecutivas que puedo mejorar dentro de mi trabajo, lo que me ha permitido avanzar al dar sugerencias de mejora a los docentes, dentro de mi función como Asesor Técnico Pedagógico (ATP).
De acuerdo con Ortiz Ocaña (2015) los estudiantes, los padres y yo como educadora debería conocer y estar preparada en los conocimientos relacionados con la neuroeducación para razonar y aportar a la educación armónica de esas vidas en desarrollo y fortalecer los caracteres y personalidades de cada uno, principalmente de lo los docentes frente a grupo, para que ellos logren aprendizajes significativos en sus alumnos.
Las investigaciones que se han realizado sobre el cerebro obtienen una asombrosa implicación en el aprendizaje, y “sobre todo en la capacidad de aprender de todos los estudiantes” (Ortiz Ocaña,2015, P. 54). Hoy sé que el cerebro tiene gran potencial para aprender, que mis emociones e ideales afectan significativamente mi aprendizaje y que las actividades que haga con los estudiantes y con los docentes, pueden aportar a crear y establecer nuevas redes y circuitos de comunicación neuronal, por lo que es indispensable que yo conozca los intereses y las formas de trabajo en que mejor se desenvuelven los docentes así como la manera en que me debo de dirigir a ellos para que lograr una conexión que permita un dialogo a favor del aprendizaje de los estudiantes, a mí me toca observar a los docentes, hacerles sugerencias para contribuir a que los alumnos potencien y desarrollen asertivamente sus conocimientos y habilidades, por lo que regularmente sugiero que utilicen el juego de manera significativa, para que los alumnos piensen y creen mientras desarrollan su capacidad neuronal.
Por lo anterior es relevante estudiar y conocer la neuroeducación porqué ella se encarga “de proporcionarnos, de manera clara y efectiva, los fundamentos del funcionamiento cerebral y conocer cómo éste se relaciona con el aprendizaje desde la perspectiva de su aplicación real en el aula”. (Caballero, María 2017.p.10)
Desde afuera del aula puedo tener una visión diferente sobre el funcionamiento cerebral mientras los alumnos trabajan y el docente enseña, pero al relacionarme con ambos se pueden entender varias actitudes y comportamientos que muestra uno como el otro, lo que sí he notado es que cuando los padres de familia se relacionan con el aprendizaje de sus hijos, ellos muestran una facilidad y un gusto por aprender y mejorar.
La clave está en que al enseñar y, por supuesto, para aprender debemos partir de las diferencias individuales y tener en cuenta desde una perspectiva global e integradora todas las variables que intervienen en el aprendizaje, ya que todas ellas pueden ser igual de importantes; así pues, contemplamos tanto los aspectos cognitivos, afectivo-motivacionales, sociales y físicos como las estrategias autorreguladoras del proceso de aprendizaje (lugar, tiempo, planificación…), y será la habilidad del profesor la que seleccione la más apropiada en cada caso.(Caballero, María 2017.p.12)
En conclusión, la neuroeducación provoca conexiones neuronales que permiten registrar las bases del aprendizaje y adquirir mayores habilidades y competencias para la formación y el desarrollo académico y personal por lo que es indispensable que como docente yo logré una preparación profesional y personal en dicho tema, para así apoyar y comprender los procesos de enseñanza en cada uno de mis compañeros y en mí, sé que no será fácil, pero debo de intentarlo para comprender la diversidad de comportamientos y aprendizajes que hay en los diferentes espacios escolares.
Referencias:
Caballero, María (2017) Neuroeducación de profesores y para profesores.De profesor a maestro de cabecera. Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S.A.)
Ortiz Ocaña, Alexander (2015) Neuroeducación ¿Cómo aprende el cerebro humano y cómo deberían enseñar los docentes? Ediciones de la U.