EDUCACIÓN VIRTUAL: RETOS Y BONDADES

La educación virtual surge como parte de una necesidad a diversas problemáticas; sociales, económicas, políticas, de salud, etc. potencializando así, las herramientas tecnológicas, pedagógicas y administrativas para ofrecer una educación que se adecúe a las necesidades existentes y, que sea de calidad.

Si bien es sabido, la educación, por sí sola, es un proceso complejo que requiere de conocimientos puros, técnicas y adecuaciones para la transmisión de saberes; se necesitan, además, espacios cómodos y seguros, herramientas e inmuebles que son costosos e incluso, difíciles de conseguir -tanto para escuelas públicas como privadas-.

Por su parte, la educación virtual, tiene necesidades específicas también. Se requiere, por ejemplo, de dispositivos electrónicos con acceso a internet, plataformas y/o herramientas para diseñar el aula virtual, un diseño instruccional adecuado a las necesidades que el estudiantado presenta, material didáctico accesible, una excelente comunicación, disposición por ambas parte -estudiantado y planta docente-, etc. “La diferencia más importante entre la educación presencial y la virtual radica en la diversidad de medios y en el potencial educativo que rinde la optimización de cada uno de ellos” (Ortiz, 2002, p. 2).

Lo que hace bien la educación virtual

Se dice que la educación virtual, a raíz de la pandemia por SARS-COV2, llegó para quedarse, pero ¿Eso es bueno? ¿Realmente la educación virtual es de calidad, o por lo menos, lo que nuestro país necesita? Sin duda, requieren análisis para dar una respuesta y, en breve, daré una opinión desde mi perspectiva, mi conocimiento y mi experiencia como docente.

La educación virtual es buena porque permite transmitir y recibir saberes sin importar el tiempo y la distancia. Claro, eso si se cuenta con las herramientas indispensables -un dispositivo electrónico e internet-; la educación virtual permite organizar nuestros tiempos y elegir el momento indicado para comenzar a aprender-enseñar, lo cual la hace accesible y autogestionable. La ubicuidad en ella es otra característica a su favor, pues el lugar que nos sea más cómodo para trabajar será nuestro salón de clase.

Como docente, la educación virtual me ha permitido ofrecer educación de calidad a mis estudiantes pese a estar enferma, pues el diseño instruccional se elabora previo al arranque de clases, pensando en que sea el propio estudiante quien marque las pautas de su aprendizaje, pero, ofreciéndole las herramientas y medios necesarios para su aprendizaje.

Las plataformas electrónicas, los nuevos escenarios virtuales, son excelentes herramientas que si hacemos uso adecuado de ellas, facilitan nuestro trabajo como docentes. Y, con ello, no quiero decir que nuestro trabajo es sencillo o que no hacemos nada, si no todo lo contrario, que si bien, son muchas más las exigencias, también existen herramientas para eficientar nuestra labor. Como bien lo menciona Ortiz, (2002) “la distancia ha generado procesos creativos para que los seres humanos logren hacer cosas”, desde enseñar y aprender, como a diseñar, calificar, retroalimentar, etc. Sin duda, son muchas las bondades de mantenernos en la educación virtual.

Lo que no hace bien la educación virtual

Nada es perfecto, y la educación virtual entra en esa famosa y coloquial frase ya que tiene muchas áreas de oportunidad. Una de ellas y de las que, desde mi punto de vista es primordial es el tema de la conectividad; indispensable que quienes se integren a esta modalidad educativa cuenten con un dispositivo electrónico e internet, de tal manera que no puede ser una educación para todas y todos pues, quienes se encuentren geográficamente en un área sin internet no podrán saber de tecnología.

La educación virtual, además, requiere de saberes tecnológicos; saber manejar una computadora, un celular, una tableta, etc. y los programas y o sistemas que en ellos se manejan y son indispensables para adquirir los conocimientos. Por ello, resulta complicado recibir u ofrecer educación virtual para quienes requieren primeramente una educación tecnológica y dominio de las herramientas.

Mis recomendaciones para obtener buenos resultados en la educación virtual

La educación virtual requiere de buenas estrategias tecnológicas y pedagógicas; de adecuar las herramientas a las necesidades de todas y todos, de saber utilizar la tecnología y tener conocimientos pedagógicos para diseñar entornos virtuales que favorezcan al estudiantado y, así lograr una educación de calidad. Lo importante, desde mi punto de vista, es no dejar de lado las características del estudiantado; su contexto, necesidades sociológicas, económicas y educativas, etc., que todo esté pensado para la diversidad de estudiantes que podemos tener y cómo acercar a ellos el conocimiento.

Referencias:

Ortiz, Carolina (2002). Apuntes sobre la educación virtual. Revista Latina de Comunicación Social, 5(50). [fecha de Consulta 20 de marzo de 2022]. ISSN. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=81955007

CARTA DE AUTORÍA

Colima, Colima, México a 27 de marzo de 2022

Quien suscribe, Judith Guadalupe Larios Heredia, alumna de la Maestría en Educación en el Instituto Virtual de Educación Superior de Colima (INVESCO) con matrícula 22ME0119, hago constar que es de mi autoría la columna de opinión titulada “Educación virtual: retos y bondades”, elaborada en el marco de la materia Generación de ambientes de aprendizaje; asimismo, que las ideas de otros autores o autoras están debidamente citadas en el documento.

De igual manera, autorizo al Instituto Virtual de Educación Superior de Colima (INVESCO) a difundir mi columna de opinión por medios digitales o impresos, dejando todos los derechos de autoría a mi nombre.

A t e n t a m e n t e

Judith Guadalupe Larios Heredia

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