La importancia de los recursos educativos en preescolar: libros de texto gratuitos.

Al hablar de una educación gratuita, publica y obligatoria para todos y todas las mexicanas, se debe considerar que hay factores que deben ser cubiertos, con el propósito de promover el ingreso, permanencia y culminación de los estudios de los niños, niñas y adolescentes. Entre estos, están los materiales educativos pertinentes para el alumnado, los libros; estos son la base para la investigación, el desarrollo de la curiosidad y la adquisición de nuevos conocimientos. Por lo tanto, se debe garantizar que el estudiantado tenga los libros correspondientes, que a su vez sean un apoyo a la economía de las familias.

En la actualidad, en el nivel de preescolar, se cuentan con tres diferentes libros para el uso exclusivo de los infantes, más un conjunto de láminas educativas; si bien estos están estructurados de forma llamativa y cuentan con contenidos que responden a los campos formativos, no son entregados a los preescolares en tiempo y forma, incluso en muchos de los casos se termina el ciclo escolar y los LTG no son proporcionados. Lo que desencadena que durante clases tengan que realizar los ejercicios en su libreta, compartan libros o se les solicite previamente a las familias fotocopias de las actividades a recortar o manipular que vienen incluidas en los textos, implicando gastos que no se tenían contemplados, los cuales pudiesen ser una razón para abandonar los estudios.

Por otro lado, los libros se presentan como una propuesta que busca dar abasto a la representación de toda la diversidad que existe en México, donde todos y todas se sientan identificados, que su aprendizaje esté contextualizado, pero aún queda mucho por plasmar y transmitir a los NNA sobre la riqueza cultural de su país, por lo que es necesario replantearse si los textos son adecuados para los diferentes tipos de estudiantes que están inmersos en las aulas, aquellos que ven a la escuela como los cimientos de un futuro prometedor.

Al llegar los libros antes del inicio del ciclo escolar, o por lo menos en la primera semana, podría aprovechar al máximo los contenidos del material gratuito durante el diseño y aplicación de los proyectos educativos, logrando así un verdadero apoyo a la economía de las familias y una articulación genuina con las actividades y el currículum, pero la realidad es otra. A pesar de los esfuerzos, se demostró en 2016 a través de encuestas por parte del CONALITEG que los textos no llegan a todos los alumnos y alumnas. “Los preescolares mexicanos recibieron, en promedio, 89.5% de los LTG que se requerían de acuerdo con su matrícula; por el contrario, les faltó un promedio de 10.7% por entregar a los alumnos” (Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, 2018).

Puedo trabajar con regularidad y de manera didáctica por el esfuerzo de las familias y el equipo directivo que me acompaña en todo momento, al promover el uso de variados materiales, los cuales en la mayoría son asequibles. Sin embargo, en la mayoría de las zonas del estado de Colima, los recursos de los hogares son escasos, y los libros que se proporcionan lo son todo, lo único con lo que cuentan para estudiar los infantes, por esto, la entrega a tiempo de los LTG supone un factor clave en la continuidad de estudios. “En algunas comunidades escolares son el único recurso bibliográfico disponible para trabajar los contenidos curriculares” (Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, 2022, p. 5).

Durante la jornada escolar es imposible utilizar solamente el material que se proporciona, aunque es variado e implica el desarrollo de múltiples habilidades y conocimientos, así como también es la base para la reflexión en la culminación de proyectos y en ocasiones funge como instrumento para dar inicio a un nuevo tema a abordar, es decir, sirve como complemento y guía. “Los LTG son materiales de apoyo a la enseñanza que tienen importancia especial porque incluyen actividades de aprendizaje estrechamente ligadas a los planteamientos curriculares” (INEE, 2018). No pueden abarcarlo todo, por esto, hago uso de otros recursos necesarios, aquellos que forman parte de la cotidianeidad de mis alumnos y alumnas, como objetos de casa, que son originarios de su comunidad o bien, que las familias pueden conseguir por el empleo con el que cuentan.

Por lo anterior, considero que el material que se otorga no es el suficiente, complementa y apoya, pero se requiere de otros tipos de materiales interactivos, manipulables y didácticos para dar respuesta a las necesidades de los educandos de nivel preescolar, aquellos que le permitan realmente a la comunidad educativa dar respuesta a las necesidades de su contexto. “Si bien los LTG son el principal instrumento utilizado por las y los docentes, la investigación muestra que la práctica educativa en las aulas dista mucho de ser la planteada por éstos u otros materiales didácticos” (MEJOREDU, 2022, p. 16).

Es una labor extraordinaria el querer dotar a todas y todos los estudiantes mexicanos de libros de texto gratuito, ahora bien, estos deben ser contextualizados a cada comunidad, a cada alumno y alumna, entregados a tiempo y complementados con más materiales acordes a su nivel y edad; aspiró a que las infancias y adolescencias tengan a su alcance lo imprescindible para el desarrollo de sus clases y el máximo logro de los aprendizajes, donde la escuela sea verdaderamente un espacio seguro, inclusivo y democrático, no un constante recordatorio de las desigualdades socioeconómicas que persisten en la actualidad.

Referencias:

Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (julio, 2022). Los libros de texto: política valiosa y perfectible. https://www.mejoredu.gob.mx/images/publicaciones/boletin-3/Boletin-7-2022.pdf

Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2018). La educación obligatoria en México. https://www.inee.edu.mx/medios/informe2018/04_informe/capitulo_030205.html

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